Primer día de Festival

     ¿PARA QUÉ SIRVE UN OSO?

     Hacer reír es una tarea bastante complicada, y esta película lo consigue. La segunda película de Tom Fernández (la primera fue La torre de Suso), cuenta la historia de dos hermanos científicos, un biólogo (Javier Cámara) y un zoólogo (Gonzalo de Castro). Después de muchos años separados se reencuentran, y con él vuelven las rencillas y, también, el amor común a la ciencia, aunque cada uno posee una visión distinta de cómo deben ser los métodos científicos. Ahora se unen en la búsqueda del hermano menor, el zoólogo, del retorno de los osos a la montaña asturiana.

     Hay que reconocer que la historia es muy simple, sin grandes alardes ni giros inesperados de la trama. Pero, todo se compensa con una colección de grandes y divertidos diálogos (con algunos bajones) y una buena interpretación del dúo protagonista, cosa que no se consigue con todos los personajes secundarios, debido a su falta de profundidad.

     No debemos perder de vista que estamos ante una comedia que, como tal, no tiene más pretensiones que divertir y entretener al espectador. Y lo consigue. También hay que destacar los paisajes, la fotografía es preciosa, con unas bellas imágenes de los montes asturianos.

     (Intermedio: Tras la proyección, escuchaba a varios críticos de otros medios ser muy duros con esta cinta. Creo que los periodistas de cine se están volviendo demasiados elitistas y esperan ver obras maestras o bodrios, sin término medio. Posiblemente ahí esté uno de los grandes problemas del cine español, la pasividad y malicia con la que muchas veces nos situamos ante las películas blancas y/o comerciales (por ejemplo, la saga Torrente). Lo peor es que esa actitud no se tiene con el cine americano.)

     Ya lo he comentado alguna que otra vez y lo repito ahora. Tal y como está el cine últimamente yo me doy por satisfecho con que una película me entretenga y no me aburra. No sé si me he vuelto menos exigente o que me he vuelto menos elitista y he comprendido que no toda película puede pasar a los anales de la historia del cine.

     En conclusión, que recomiendo ver esta película para pasar un buen rato.

MISS TACUAREMBÓ

     Película de difícil calificación: ¿comedia musical?, ¿película optimista?, ¿blasfema?. Yo personalmente, la he percibido más a favor de la Fe y de la Esperanza, aunque es cierto que hay alguna escena que puede ser mal aceptada por algunas personas. No obstante, el mensaje de la cinta es bastante optimista, transmite la necesidad de tener fe y de no abandonar los sueños.

     El director es el uruguayo Martín Sastre (que posó para la prensa con una camiseta en la que podía leerse "Ten Fe") y la protagonista es la cantante y actriz Natalia Oreiro. Además, aparecen actores españoles como Rossy de Palma y Alejandro Tous (conocido por la serie Yo soy Bea)
     Visualmente está llena de colorido, que llena la película de alegría, a lo que contribuye notablemente los continuos números musicales. Destaca la canción "El perfume del amor", compuesta por Ale Sergi, cantante del grupo Mirando. Al final de la entrada añado el vídeo de esta canción para que la disfrutéis.
     La Fe es la protagonista de la historia, tanto en su vertiente positiva como en la negativa. Si el bando de los personajes protagonistas goza de una Fe llena de esperanza y de ilusión, también existe unos antagonistas en los que se juntan los aspectos más negativos del radicalismo creyente (algo que existe todavía hoy). A veces, los personajes que representan la Fe más rancia, están demasiado caricaturizados y resultan estridentes.
     En Uruguay ha sido una película muy polémica. Algunos sectores de la Iglesia la han catalogado como blasmefa, supongo que por alguna que otra escena, sobre todo una al final en la que aparece Jesús, también por la vanalidad de mostrar un parque de atracciones temático sobre la figura de Cristo. Por otro lado, también se ha creado un movimiento a favor de la película, que ha despertado la motivación por la Fe en muchas personas. Dicho de otro modo, Miss Tacuarembó no ha pasado inadvertida.
     Yo me quedo con la sensación de transmisión de optimismo, de la necesidad de perserverar en los sueños, de confiar y que con esperanza todo se puede conseguir... a pesar esas escenas polémicas.